lunes, 28 de noviembre de 2016

CIUD, una oportunidad de poner en común las experiencias y aprender de la vida

El pasado día 10 de noviembre tuve la oportunidad de asistir y participar en el III Congreso Internacional Universidad y Discapacidad de la Fundación ONCE. Se celebró en Madrid y fue una auténtica fuente de experiencias e intercambio de ideas para caminar hacia la sugerencia del propio lema del congreso: una universidad inclusiva para una sociedad incluyente. 
Con este lema ya se podría dar por finalizado este post porque lo dice todo. Lo que realmente pudimos comprobar en el congreso es a qué distancia estamos de hacer realidad el lema y cuánto falta por construir en el camino hacia una sociedad incluyente. Quizás, uno de los mayores handicaps siga siendo la ignorancia y el prejuicio que en ella se fundamenta. Si ese prejuicio fuera capaz de ver y valorar las historias de lucha y superación que el CIUD y muchos otros foros recogieron estoy seguro de que se convertiría en una mente abierta para abrazar y fortalecer nuestra lucha.
A lo largo del congreso pudimos comprobar, entre otros muchos aspectos, que desde el mundo de la diversidad se pueden gestar múltiples perspectivas para el progreso. La sociedad inclusiva de la que se está hablando se materializa en líderes universitarios capaces de desarrollar investigaciones en distintos ámbitos, en emprendedores que crean riqueza con su propia empresa, en militantes que desde el ámbito de la diversidad funcional generan bienestar o en luchadores que tratan de transmitir sus estrategias para lograr la construcción de la propia misión vital.
Estos foros son un auténtico impulso para el futuro que nos habla de interdependencia y de solidaridad: en definitiva, de construir una realidad cuya prioridad sea generar huecos de inclusión en los que la persona pueda desarrollarse en plenitud más allá de sus características.
Quizás, no esté de más recordar que somos seres biopsicosociales de múltiples perspectivas que precisan puntos de encuentro consigo mismas y con la sociedad a la que van dirigidas. Por eso, siempre es un regalo la posibilidad de compartir ideas.